El espectáculo debe continuar en 2021

2020 fue inesperado para todos. No podíamos predecir lo que iba a pasar, y la mayoría de nuestros planes se rompieron. Para mí, no cambió mucho la forma en que había planeado el año, pero el último trimestre de 2020 se salió de control. Toda la situación de la pandemia me hizo darme cuenta de que mi plan de fotografía y freelance de 5 años en Japón estaba llegando a su fin en el tercer año. Así que necesito un nuevo plan.

2021 comenzó con un bloqueo debido al aumento de casos de covid19 en todo Tokio, eso también me afectó, y en la segunda semana volvimos a entrar en estado de emergencia. Era hora de tomar la decisión que había estado posponiendo durante los últimos meses, considerando la situación y viviendo como extranjero en Japón. Voy a volver a casa. No tengo nada que me ate a Japón. Tratando de abrirme camino como freelance en Japón, lo sabía, y todo iba bastante bien hasta 2020. Para un país que sigue poniéndolo cada vez más difícil para los creadores y freelancers extranjeros, la pandemia fue la última. cosa que necesitaba. Puede que regrese por proyectos o viajes, pero vivir en Japón se ha convertido en una lucha para sobrevivir al final de cada mes.

Pero basta de hablar de Japón, estoy aquí para contarles cómo va a ser este 2021. Y la respuesta es que realmente no lo sé. Tenemos que adaptarnos y sobrevivir, ya que cada mes la situación puede cambiar. Y no se trata solo de tener un único plan, sino más bien de buscar diferentes caminos hacia las metas que queremos. Si un camino se cierra, tenemos que estar preparados para saltar al siguiente camino. Y así va a ser para mí, como volver a casa será más seguro, también será una nueva lucha. Crear y abrirme camino como freelance. Seguiré creando videos para Youtube, creando más contenidos y buscando nuevas formas y oportunidades de trabajar, trabajando en nuevos proyectos e ideas, y compartiendo mi viaje con todos ustedes. Y ese viaje evolucionará y cambiará. Por ahora, voy a tratar de disfrutar lo mejor que pueda de mi último mes en Tokio. Cuidaros.

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